La
arena, como una cálida manta
Oculta
ciudades, caminos y almas
Sin
mirar atrás, impertérritamente
Saciando
una sed de andar sin ganas
Doblegando
al río y a la montaña
Camina
fiel, cubriendo el llano
Llamando
al viento ser su montura
Remite
al tiempo llenar sus manos
Sinuosa,
con su suave danza
Margina
al mar y las esperanzas
De
quien se interna, voluntarioso
Obligado
a rendir, ante su calma
Poderosa
quietud, de experiencia
De
cita ineludible y amor reñido
Por
mucho que intentes luchar con ella
Al
final tus pies verás hundidos.
Explica
al viento cual es tu plan
Que
no pesan en ti temores
Que
sólo quieres andar y andar
Y
abrigar al mundo, como hacen las flores
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