viernes, 4 de julio de 2014

Mirando una flor desde muy cerca (poema)


Mirando una flor desde muy cerca

llamáronme a corrillo las musas,
convirtiendo su imagen difusa,
me entregue de forma violenta.

Y sentí pétalos mariposeando,
con sus tonalidades sitiando mi cuerpo.
Admitiendo ser presa de un cerco,
las palabras se fueron rimando.

O, bella flor que excitas el alma,
con tus aromas doblegas los miedos,
tatuando en el onírico karma,
el más fatuo coste del tiempo.

Sabia ante los ojos eternos,
conquistando la más dura herida,
te alzas arrogante y altiva,
que ante ti arrodillarnos debemos.

Precioso atributo de nuestro mundo,
dominando a tu antojo las formas,
victoriosa ante el más iracundo,
que junto a ti, ya es esclavo sin sombra.

Mirando una flor desde muy cerca
llamáronme a corrillo las musas.
Y dejé llevar, por una dicha tan profusa,
que conservaré su olor, en estas mis letras.

4 comentarios:

  1. Pues sí que tus letras conservan el olor. Gracias.

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    1. Muchísimas gracias Luy. Un placer tu comentario.

      Un enorme abrazo.

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  2. Fantástico y sensacional poema. Evoca la inspiración de un detalle y el poder de las palabras que surgen en ese instante. Reminiscencia al aforismo; " La belleza está en los ojos de quien la admira" y en este caso, en las letras de quien la describe mediante su admiración. Un placer de lectura, una maravilla.
    ¡Abrazo, Carlos!

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    1. Muchísimas gracias Edgar. La inspiración, amigo, tan deleitable como esquiva y manipuladora, construyendo donde no parece haber nada..
      Todo un placer tu comentario.

      Un enorme abrazo. Feliz día.

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