lunes, 9 de marzo de 2015

BLANCO PERFECTO

Cenicienta y el Alzheimer Óleo sobre lienzo 2010.
Colección privada Miguel Bañuls

El lienzo asumía el blanco perfecto.
Los pinceles secos, frescos los colores.
La inspiración se perfilaba con ganas.
La luz, el silencio, 
pero su mano se frenó. 

El primer trazo no era el problema. 
Ni el sector o la cuadrícula. 
Nítido el ojo, cómoda la postura. 
Limpia la armonía de eczemas, 
pero ella dijo no. 

Beligerantes armaron la pregunta. 
¿Qué diablos ocurría? 
Nada falta, todo encaja. 
Si hasta el blanco inspira ternura, 
pero nada cambió. 

Y pasaron algunos años. 
El lienzo acre se cuarteó. 
Los pinceles resecos, quebradizo el color. 
El rostro impávido y calmo, 
la mano del Alzheimer ganó.

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