lunes, 27 de abril de 2015

Y el pañuelo lleno de nudos


Como no, las nubes aparecen de nuevo, 
como no, el sol se intuye. 
El rumor del río y el canto del ave, 
como no, y yo en el centro.

El mi circulo perfecto cada cosa funciona. 
Un escenario de amuletos, y quien no valora.

Otra vez se vienen conmigo, 
otra vez soy perseguido. 
El viento y la bruma traen el frío, 
maldito ese par que endurece mi hastío.

Yo no los quiero, repudio de ellos.
En mi deshonor ¿Cómo deshacer un mundo entero?

Un dejavú tan recurrente, 
amarga flor en cuarto oscuro. 
Corre el sudor por mi frente, 
y el pañuelo lleno de nudos.

Los saludos, el café, las miradas cansadas. 
Mi dogma de fe, sentaré de nuevo en la misma parada.

Un acuse de recibo mientras voy a mi sitio. 
Ya sé que tú no ves lo mismo, yo solo pido mi armisticio.

No deseo ver el riostro del asesino,
no deseo ver morir la tierra.
Dejad que ande mi camino,
y que el bastón ilumine mi ceguera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario